Hace falta crecer

Mariana Sabeh - Biomba Galería

- El arte tiene estabilidad a largo plazo, pero particularmente no creo que ese tipo de acciones se lleven a cabo todavía en nuestra provincia en relación al publico consumidor, sino que funciona en mercados más grandes. Si bien existe uno local, todavía le falta crecer y consolidarse.

- Desde las galerías pensamos permanentemente en cómo generar nuevos públicos que empiecen como compradores de arte y puedan, con el tiempo, transformarse en coleccionistas. Lo cierto es que los galeristas subsistimos emocionalmente del amor por lo que hacemos y porque creemos profundamente en el arte como una manera de vivir. Económicamente es algo un poco más complejo: hay que sortear las situaciones desparejas de ventas y tratar de ser prolijos para cuando no se vende. En nuestro caso particular, el taller de enmarcado nos permite compensar muchas situaciones.

- Los salones sirven para visibilizar artistas, legitimarlos y contribuir al crecimiento de su obra. La Noche de las Galerías logró romper pruritos en la sociedad, que se animó a entrar en estos espacios que a veces intimidan a quienes creen que son lugares solo para entendidos.

- En Biomba se venden especialmente artistas consagrados y de mediana carrera. El arte contemporáneo va ganando lentamente un lugar, impulsado con actividades como las visitas guiadas y/o encuentros con los artistas para que se pueda acceder a esa teoría que hay detrás de sus obras y no resulten tan encriptadas.

El momento de comprar

Segundo Ernesto Ramos - Fausto Galería

- Existe un mercado del arte local y regional y nuestra galería da fe de eso, pero creo somos los únicos que subsistimos con la venta de obra. Las demás tienen algo más para sostenerse, como el enmarcado, el cargo de profesores en la Facultad o recibir alguna ayuda. Pero lo cierto es que todos ponemos en riesgo nuestro patrimonio en cada momento; es complejo el tema y más aún en estos tiempos.

- La Noche de las Galerías es darle absoluta visibilidad de tu espacio, es poder elevar en cada visita el número de oportunidades de venta por la gente que viene. Los salones por supuesto que sirven por los premios que le dan a los artistas y también para visibilidad de sus creaciones.

- Hay espacio para lo contemporáneo en Tucumán, pero no museos. En Fausto trabajamos con artistas consagrados y grandes maestros del norte argentino que hoy tienen una accesibilidad que en otro momento no pasaba, porque se los veía como absolutamente lejanos.

- Lamentablemente el Museo de Bellas Artes está cerrado, por eso atenta contra la economía de las galerías. No tenemos la visibilidad que busca la gente cuando te compra una obra y al mismo tiempo sabe que no puede ir a ningún lado a ver una muestra de nadie ni de nada, o a comparar su obra con otras. No tenemos un Museo de Arte Contemporáneo.

- Este es el momento de comprar obras de arte, es un reguardo de valor y hay mucha y buena en el medio. Nosotros tenemos desde Berni hasta el que se te ocurra ahora, y también mucho arte textil, a precios accesibles. Eso hace fuerte el regionalismo; nosotros vendemos en los mercados de las provincias limítrofes.

Construir confianza

Germán Luft y Diego Diéguez - Directores de Casa Aconquija (El Corte)

- El arte se usa como diversificación de la cartera de inversiones, porque su valor suele ser muy estable e incluso aumentar en el mediano o largo plazo (por ejemplo, la Colección Balanz). Además del valor económico, posee un valor cultural, emocional y de disfrute estético (renta de goce), ya que enriquece la vida cotidiana de quien lo posee. Hay artistas que tienen un reconocimiento y un valor internacional (consagrados) y otros que son más locales, cuya obra no necesariamente mantiene su valor de adquisición y muchas veces no tienen poder de reventa. Hay emergentes cuyo valor puede aumentar, y mucho en un tiempo determinado, dependiendo de muchas variables, pero en el caso de nuestro país no sucede tanto. Todo depende de haber comprado a buen precio y, principalmente, que sea una muy buena obra de un buen artista. También el mercado del arte se usa para lavar dinero, por lo que a veces se pueden producir burbujas en los precios de las grandes casas de subastas. Hay que tener cuidado.

- El mercado es muy acotado en la Argentina, principalmente centrado en Buenos Aires y en otras grandes ciudades, pero es chico, poco desarrollado; incluso las obras de los artistas argentinos no cotizan tanto en el mercado internacional como las de los mexicanos, brasileños o colombianos. Tucumán tiene muy buenos artistas, pero su mercado es reducido y con preferencia por los más consagrados; no se arriesga ni se apuesta por los menos conocidos y los emergentes. Tampoco la Provincia tiene una Feria o un Museo de Arte Contemporáneo, y el Museo de Bellas Artes está cerrado hace años por falta de presupuesto para su recuperación. Otras provincias, como Salta, Corrientes, Chaco, Santa Fe y Córdoba, tienen otra dinámica y otra política cultural, con numerosos museos y un circuito de ferias permanentes que contribuyen a educar a la población y a dinamizar la compraventa. Los artistas contemporáneos tucumanos son más reconocidos fuera de la provincia que adentro, y de eso dan cuanta colecciones públicas y privadas del país y del mundo.

- Las galerías cobran un porcentaje variable por la venta de las obras, pero es insuficiente para la sostenibilidad del negocio. Son necesarias una serie de estrategias paralelas para ligar la subsistencia, como producir muestras individuales o colectivas, promover alianzas público-privadas, conseguir sponsors, dictar cursos o talleres y otras actividades económicas. Es importante darle a los clientes distintas formas de pago, ofrecer promociones, aplicar y participar en ferias y salones, para la consolidación de una comunidad cercana y el desarrollo de una cartera. El camino es largo y requiere de tiempo y paciencia para el aprendizaje de las cosas que funcionan y las que no; las galerías deben trabajar en la construcción de confianza, basada en el trabajo consciente y profesional, la transparencia y la seguridad que brindan a sus artistas y clientes.

- Los salones y La Noche de las Galerías, así como las muestras individuales y colectivas, sirven para visibilizar el trabajo que realizan las galerías en el circuito del arte local, poder exponer producciones de sus artistas a la comunidad, comunicar y difundir sus actividades y acciones, dar valor a los artistas, mostrar sus producciones y novedades, y despertar el interés de posibles compradores... algunos de ellos que probablemente sean compradores de su primera obra de arte. Se genera mucha efervescencia. El ecosistema entero se activa y participa.

- Tucumán tiene una Facultad de Artes (una de las más antiguas del país) con grandes maestros y una formación muy reconocida, que produce históricamente mucho talento: Sandro Pereira, Rosalba Mirabella, Juliet Ruiz, Natalia Lipovetzky, Jessica Morillo, Virginia Serrano, Alejandra Mizrahi, Evi Tártari, Agustín Gonzalez Goitía, Gustavo Nieto, Ana Won, Ramón Teves, Hugo Bellagamba, Florencia Vivas, Max Romero Almenar, Jerónimo Salvatierra, Iván Ríos y Julieta Papa, entre muchos otros.

- Vender arte es difícil porque no es una primera necesidad, es un tangible que no escapa a las leyes del mercado “suntuario”. Nuestro deber como galeristas es garantizar que lo que entra al mercado sea sólido, de calidad, consistente y con valor y entender la calidad del servicio que debemos brindar a los clientes, cómo se lo presentamos a los potenciales compradores; en ese sentido hay que trabajar mucho en el deseo y en la confianza, convertirnos en un sello de garantía, porque el valor simbólico es arbitrario. El compromiso con el que uno trabaja, se capacita, aprende, se informa y se profesionaliza, genera esa confianza. Hay que crear ese espacio y ponerlo en valor; generar o fabricar esa sensibilidad por el arte y difundirlo dentro del entramado cultural que tienen las ciudades.

Sin políticas públicas

Pamela González - Fulana Galería (Tafí Viejo)

- El arte es un resguardo, porque conserva valor simbólico, emocional y cultural más allá de los vaivenes económicos. Una obra no solo es un objeto, sino una forma de pensamiento, una mirada sobre una época. Mientras el oro garantiza estabilidad material, el arte garantiza memoria, sensibilidad y pertenencia. Aun en crisis, hay quienes siguen eligiendo adquirir arte porque saben que están invirtiendo en algo que trasciende lo inmediato.

- Existe un mercado de arte local, aunque es pequeño y muy fragmentado. Hay personas interesadas, coleccionistas incipientes y espacios que están intentando profesionalizar la relación entre artistas y público. Sin embargo, aún falta una cultura de compra sostenida y una red que vincule mejor a las galerías con el público regional y nacional. Desde Fulana trabajamos justamente en eso: generar un puente entre artistas del norte y nuevos públicos que se animen a coleccionar.

- Subsistimos con mucho esfuerzo, creatividad y autogestión. No hay políticas públicas específicas para el sector y los costos fijos son altos. La mayoría de las galerías combinamos distintas estrategias: venta directa, participación en ferias, talleres, actividades culturales y colaboraciones con artistas. Cada proyecto encuentra su modo de resistir, muchas veces desde la pasión y el compromiso más que desde la rentabilidad.

- Los salones y otras propuestas son instancias muy valiosas para visibilizar la producción artística local y para acercar al público a los espacios. No siempre se traduce en ventas, pero sí en circulación simbólica, encuentros y nuevas relaciones. En una provincia donde el arte no es parte del consumo cotidiano, estos eventos ayudan a construir comunidad y a mantener viva la conversación en torno al arte.

- Nosotros decidimos trabajar con un grupo reducido de artistas para poder acompañar de manera cercana cada proceso y garantizar que todas y todos tengan las mismas oportunidades de visibilidad. Las ventas, desde que abrimos hace cinco años, han sido bastante equilibradas entre las y los artistas del espacio. Naturalmente hay momentos en los que una obra o una artista despierta mayor interés. Este año, por ejemplo, la emergente Agustina Lazarte tuvo un gran crecimiento y una excelente recepción, pero eso no implica que las demás se vean afectados. Lo importante es sostener un ecosistema de trabajo equitativo, donde el desarrollo de una o uno fortalece al conjunto.

- Lo contemporáneo todavía cuesta, porque interpela, incomoda, pregunta, y eso a veces se confunde con distancia o elitismo, pero en realidad es una invitación a pensar. El público está aprendiendo a mirar, y las galerías tenemos la responsabilidad de acompañar ese proceso. En Tucumán hay artistas contemporáneos potentes, con discursos sólidos y obras de gran nivel. El desafío es sostener esos espacios y fomentar el diálogo entre la creación y la comunidad.

Sistema de inversión

Cecilia Quinteros Macció - Estudio MALEZA

- El mercado del arte es un sistema de inversión, y las obras pueden cobrar valor con el tiempo. Durante las crisis económicas, pueden funcionar como un activo refugio resiliente frente a la volatilidad de los mercados tradicionales y una forma de diversificar una cartera. Sin embargo, tiene sus particularidades: es menos líquido que otros activos y la valoración de cada obra es subjetiva, por lo que se recomienda una estrategia a largo plazo y un conocimiento profundo del mercado para obtener rentabilidad.

- A nivel local hay un mercado incipiente que poco a poco ha ido creciendo mucho. A nivel regional, eso se logra potenciado por la presencia de ferias de arte en provincias vecinas, que es una de las políticas de expansión que hemos desarrollado desde Maleza.

- En nuestro caso, la galería funciona como un estudio profesional que ofrece diversos servicios que van desde la venta de las obras, la gestión de colecciones y fondos patrimoniales, la curaduría y el montaje. Ello permite sostener en el tiempo el proyecto que encaramos y aportar a la escena local desde los valores que defendemos.

- Salones o eventos como la Noche de las Galerías son espacios que visibilizan y dan cuenta del panorama de crecimiento de la escena tucumana, dando apertura al contacto con potenciales clientes y con la producción artística más actual.

- En el caso de Maleza, este año hubo un avance hacia el mercado local con la comercialización de obras de artistas como Nelson Velárdez Lai, Eugenia Correa, María Rosa Mamana, Lucas Rizo, Emiliano D’Amato Mateo y Agustín Ferreyra, además del contacto con interesados por artistas de relevancia como Timoteo Navarro, Luis Lobo de la Vega o Ezequiel Linares, entre otros.

- Yo trabajo con artistas contemporáneos y en mis años de movimiento y de proyectos de visibilidad de este grupo de artistas, noto que hay una apertura a sumar arte contemporáneo y emergente a colecciones que cuentan con presencias de artistas históricos y de gran trayectoria. Todo eso potencia el mercado local.